orsvig,
Ducado de
Antigua Provincia del Imperio de Akenar
Su señoría, Lady Ingrid, duquesa de Torsvig.
Capital: Cavenrot (26.000+).
Población: 60.000+
Etnos: 60% arcanos, 20% enanos, 20% svardos
Recursos: Oro, gemas, lana, piedra.
Idiomas: Común, enano, svardo.
A finales del siglo X el Emperador Joam decidió expandir las fronteras del
Imperio por el norte. Encargó a su general más joven, Onaris, un arcano de
apenas veinte años, la conquista de esta región, controlada por dos de las
tribus svardas más guerreras, el Pueblo de Tor y los Gunterios, desde tiempos
inmemoriables. Este encargo –que inicialmente fue tomado como una locura por
muchas familias nobles de Akenar- fue fielmente cumplido por Onaris, que partió
desde Gaelot, la ciudad más grande de Lundor, al mando de dos legiones y dos
cuerpos de caballería, un total de unos cinco mil hombres. En poco tiempo
enfrentó al Pueblo de Tor con los Gunterios, guerreó a favor de unos y otros
hasta que se hizo con el valle de Torsvig, seis años después de haber partido,
habiendo aniquilado sólo a los grupos más sanguinarios de sus contrincantes y
habiendo conseguido enrolar en la Legión a muchos de sus antiguos enemigos.
Torsvig es un inmenso valle abrazado por las Montañas de Tork, con inviernos
duros, tierras frías y bosques invernales. Pululan por sus páramos bestias de
gran peligro, lobos y huargos. En ocasiones las nevadas cubren varios brazos del
terreno y tapan los caminos.
Las condiciones del valle serían demasiado duras para aquellos que no están
acostumbrados a los rigores del frío si no fuese que, en su ladera oriental, y
sobre todo en este valle, las Montañas de Tork tienen una espectacular
abundancia de oro y, en ocasiones, gemas. En pocos años los intereses feudales
sobre Torsvig han determinado numerosas alizanzas en el Imperio, pues muchos son
los nobles que ansían controlar las nuevas minas de oro, nunca explotadas por
los svardos. Sin embargo Onaris no abandonó la provincia a su suerte tras
conquistarla sino que, dada su enorme influencia en la Corte, consiguió que el
nuevo Ducado recayese en manos de Lady Ingrid, una svarda hija del antiguo
monarca del Pueblo de Tor, derrotado por el general. Con esto Onaris se ganó el
desprecio de muchas casas nobles en Akenar, y el respeto de los hombres del
norte.
Las grandes riquezas de la nueva provincia hicieron que, con rapidez, se
trazasen vías de comunicaciones, calzadas imperiales y caminos de comerciantes.
Se fundó la ciudad montañesa de Cavenrot, encima de un antiguo asentamiento
svardo, y hoy en día posee unas fuertes murallas y una catedral a medio
construir, además de un fuerte sentamiento de mineros enanos y un poderoso
Gremio del Oro, que acuña casi la mitad de las monedas del Imperio. Los enanos
están empezando la construcción de grandes obras de arquitectura, un acueducto,
molinos de viento, y, sobre todo, minas, fortalezas y mansiones subterráneas.
Por otro lado, los caballeros encargados de garantizar el flujo de oro desde las
montañas al corazón del Imperio han levantado numerosos torreones y castillos
para vigilar las calzadas, nunca libres de bandidos y peligros naturales. Aparte
de las poblaciones de montaña en el fondo del valle también hay pobladores, en
su mayoría svardos, que viven de manera pacífica con sus rebaños de cabras y
obejas de montaña.
Cavenrot acantona una legión imperial al completo, dedicada durante las
estaciones de primavera y verano a limpiar las montañas de peligros y a disuadir
a cualquier incursor. Aparte de eso los nobles de la zona cuentan con tropas
feudales que defienden los nuevos castillos y los pasos en las montañas, entre
ellos caballeros, escuderos y soldados de infantería. Lady Ingrid posee un
fuerte ejército feudal, formado por caballeros que le juraron vasallaje, y por
svardos montañeses, tanto gunterios como los de su propio pueblo. Los señores
enanos que le juraron vasallaje poseen tropas de montaña, muy efectivas en
combates cerrados.