aemos, Ciudad libre de

Liga de Agon

Hegemón Temostenes.
Capital: Daemos (18.000+)
Población: 30.000+
Etnos: 95 % ilkos, 5 % otros
Recursos: Perlas, tintes, telas, vino, cerámicas.
Idioma: Ilko.

La ciudad de Daemos se convirtió en libre a fines del siglo VI DS, cuando el Reino de Gor se dividió entre los hijos de su fallecido monarca. En el año 623 DS las tropas de la ciudad de Daemos tuvieron que hacer frente a un ejército de Pirea al mando del Príncipe Ezian, que trataba de dominar la península Goria bajo su corona. Daemos salió victorioso de la batalla del Paso de Hoplas, en los Montes de Andros, y desde esa época se forjó una fuerte enemistad entre ambos territorios. Por si esto fuera poco fueron también las naves de Daemos, un siglo después, las que rompieron el asedio de Sarkai por parte de los barcos pireos. En el siglo X DS la ciudad entró a formar parte de la Liga de Agon, para defender sus intereses comerciales y militares en el Mar de Vúlpara.

Las tierras de Daemos son montañosas en la franja norte, lo que siempre le ha servido de defensa natural contra las aspiraciones de Pirea. La península vive de la abundancia de pesca y de la artesanía, pues muchas de las telas y cerámicas usadas en Vúlpara proceden de esta región. Hay muchas aldeas costeras fortificadas, puestos comerciales y faros, así como numerosas pequeñas islas y villas de pescadores. La costa de Daemos es tortuosa aunque con playas de enorme belleza y arena fina. La navegación con barcos grandes a veces es peligrosa si no se conocen las aguas por culpa de los arrecifes y fondos arenosos.
La ciudad de Daemos abraza el gran peñón de Inión, donde está construida una acrópolis dedicada al Dios del Sol, Pelor. Cada cinco años los hombres de la ciudad considerados Ciudadanos votan para ver quien de entre ellos será el Hegemón, el máximo cargo político de la urbe. Este cargo sólo se puede ejercer una vez en la vida, para evitar que la ciudad acabe bajo una tiranía. El Gremio de Comercio de la ciudad tiene gran poder en la región de Vúlpara por varios motivos: en las costas de Daemos hay conchas con las que los artesanos fabrican tintes maravillosos muy apreciados incluso en los mercados de Akenar; además, la arcilla roja de esta península es también muy valiosa en la fabricación de cerámicas de gran tamaño.

En la ciudad está emplazada una de las Torres de la Orden, que pactó con el Hegemón la exención de impuestos a cambio de mantener a los piratas y saqueadores alejados de la ciudad.

Las tropas de Daemos en tiempos de guerra son los propios Ciudadanos. Cuando uno de ellos no está capacitado para el combate –cosa muy habitual- se tiene que encargar de costear a un guerrero que luche por él; estos no son exactamente mercenarios, sino soldados pagados con rango de caballeros dentro del territorio de Daemos. En épocas de paz sólo uno de cada diez caballeros está en armas, y los ciudadanos siguen un ciclo para que si vida militar sea tan sólo uno cada diez años. Aparte de los caballeros, a los que los ciudadanos arman con lanzas pesadas y escudos, suele haber una tropa mucho más numerosa de hoplitas, soldados pagados con las arcas de la ciudad, que defienden las murallas y las fortalezas. Tras 25 años de servicio militar, los hoplitas pasan a ser Ciudadanos. Aparte de sus tropas de tierra, la ciudad posee una flota numerosa tanto de navíos de guerra como de barcos comerciales y de transporte.