ARCAIGH

Antigua provincia del Imperio de Akenar

Su señoría, el Príncipe Ricardo el Negro.
Capital: Salé (6.000+)
Población: 700.000+
Etnos: 85 % arcanos 10 % ilkos 5 % otros
Recursos: vino, licores, orfebrería, hidromiel, pescados, lino, trigo.
Idiomas: Común.

Carcaigh es una de las provincias más antiguas del Imperio de Akenar, fue conquistada por el Rey Elgar a fines del siglo III, que aunque era monarca de Akenar también era de procedencia arquitana; desde tiempos antiguos hay una ligera rivalidad entre ambas provincias, puede que de épocas incluso anteriores al extinto Imperio Vilonio.

Las tierras de Carcaigh son fértiles y generosas. Su clima costero, templado, y sus campiñas salpicadas de bosques hacen que sea una tierra propicia tanto para la vid, el vino y la dorca como para el ganado mayor. El Principado está dividido en numerosos condados con castillos y burgos amurallados, es común que los puentes de la región tengan una pequeña atalaya o torre defensiva así como algunos asentamientos, sobre todo del interior en el norte, en forma de citanias. En el sur son comunes las aldeas costeras de pescadores ilkos, que generalmente pagan tributos a los señores feudales. El comercio marino es abundante, y son varias las plazas costeras donde es sencillo contratar barcos de pequeño calado.

La provincia es muy visitada por peregrinos de todo el Imperio puesto que su capital, Salé, es una de las tres ciudades santas de los sillenitas. Se supone que en esta ciudad se guardan los restos mortales de Sillevan, el Hijo de Gah. El Camino de Salé posee tres rutas terrestres, la del oeste desde Hanor y la propia Akenar, la que atraviesa las Montañas de Glades por pasos alpinos entre valles angostos, y la de la calzada imperial desde el oeste, posiblemente la más segura. Este Camino hace que numerosos viajeros atraviesen estas tierras, cuyas calzadas y caminos se han poblado de numerosas posadas y mesones, torres de vigilancia y puestos almenados. El peregrinaje suele culminar en un Perdón imperial a delitos mayores, a excepción del asesinato. En la propia ciudad de Salé, al ser uno de los centros religiosos del Imperio, reside uno de los cardinales de la Iglesia sillenita, cuyos intereses no siempre coinciden con los del Príncipe, suyo castillo corona la ciudad, fuertemente amurallada para poder repeler cualquier ataque por mar.

En Carcaigh existen numerosos pequeños ejércitos feudales que velan por los intereses de cada condado, formados principalmente por caballeros e infantería ligera. No es extraño que algunas compañías de vasallos de los nobles locales velen por la seguridad en el Camino, donde abundan los bandidos y malhechores.

En la reciente guerra contra el Reino de Akgard se produjo una fuerte invasión de orcos en la provincia vecina de Arquitania, y algunas de las plazas del valle del río Dor, en Carcaigh, fueron atacadas. La ciudad de Hanor, que fue asediada sin éxito y que constituye un punto clave en el transporte fluvial del Imperio, ahora está protegida por una de las legiones imperiales.



 

 


(Castillo de Hutton)


(Alnus)


(Robledo Viejo)