'LAI, CALIFATO DE
TIERRA DE LOS AROMAS

El Hijo del Destino, Voz del Profeta, el Califa Nystul

Capital: Mirra (50.000+)
Población: ?
Etnos: 95 % alinos, 5 % otros.
Recursos: Perfumes, maderas exóticas, gemas, tintes, especias, mercenarios, esclavos.
Idioma: Alino.
Galería: aquí

Estas inmensas y cálidas tierras ocupan todo el norte del continente Ankay, el Desierto de las Dunas, las costa del Mar Ilko y del Gran Océano, innumerables oasis y ciudades, valles y montañas. La extensión de Ala’i es tan grande que probablemente sea el mayor dominio de los hombres en esta parte del mundo.

Esta inmensidad de tierras desérticas representa un poder dormido hace siglos. Las enormes distancias y las grandes diferencias entre las gentes del desierto hacen imposible que actúen como una sola voz. Prácticamente cada ciudad alina se considera prácticamente independiente y trata a sus vecinos como tales. A lo largo de los años se ha comprobado en numerosas ocasiones la imposibilidad de estas gentes para crear un reino fuerte y unido. Cuanto mayor es el poder de un líder, ya sea Califa, Sultán, Emir, Atabeg o incluso Cadí, mayor es la lucha interna que genera su muerte. Ni siquiera el poderoso Nystul ha sido capaz de cambiar esto, aunque la administración del califato ha recibido un fuerte impulso. Quizás por eso recientemente un nuevo Gobernador, Xanathar, ha sido asignado en las tierras costeras del este con misión de sanear las finanzas alinas.

Lo único los alinos respetan por igual es su religión, el Destino (el Sino, o como se dice en alino el Shâ, también conocido como Istus por los extranjeros), una religión monoteísta pero que tolera otros cultos. Precisamente por ese celo religioso el mayor poder en Ala’i es el Califa de Mirra, aunque existen también numerosos emiratos dependientes y reinos Taifas. El Califa es el Príncipe de los Creyentes, heredero del profeta Nassar. E incluso así, la religión shainita se encuentra dividida en tres, puesto que además del Califato de Mirra, en el oeste está el Califato de Libah, que durante muchos años eclipsó la hegemonía de Mirra, y en el sur el Tercer Califato, que tiene su centro de poder en Sigia. Todos los Califas tienen por herejes o sectarios a sus iguales, lo que en muchas ocasiones ha conducido al yihad, o Guerra Santa.

Los alinos habitan principalmente en los oasis y en ciudades con fuentes de agua permanentes, aunque también son comunes los pueblos nómadas y pastores. Los mercados y bazares de Mirra son famosos en los Mares Tranquilos, se habla de ellos como una de las maravillas del mundo.

En Ala’i rige la ley del desierto. Se continúan las antiguas costumbres y se valora el agua como un bien casi tan preciado como el oro. Son comunes los esclavos y los sacrificios, así como las deudas de sangre.

Existen en esas tierras unos asesinos llamados Jesseri Thedi extremadamente letales y secretos. Se dice incluso que rivalizan con los asesinos sombra de las lejanas tierras de Li Pan. Nadie los conoce pero todos los temen; su líder lleva el nombre de Iurasi Thedi, y no se sabe si reside en la misteriosa Montaña de los Asesinos, uno de los lugares legendarios de Ala’i, o vaga por el mundo.

El Califato dispone de numerosas tropas, principalmente de caballería ligera y de arqueros. Se habla de que un ejército de hasta 150.000 hombres llegó a ser levantado en apenas un mes durante las Cruzadas de los arcanos sobre el emirato de Serea, aunque jamás llegó a la batalla por culpa de una gran tormentas de arena.

Se dice que las mujeres alinas tienen un don especial para la magia y la alquimia.