Corelion Larethian
La leyenda dice que el dios Corelion
Larethian fue el primero entre los elfos, nacido de las estrellas. Sin embargo
los mitos más ancestrales dicen que fueron dos y no uno los Dioses de Antigua,
uno era Corelion y el otro Hadex, uno representaba la luz y el otro la oscuridad.
Antigua es una especie de Atlantis para los elfos, un lugar mitológico que nadie
sabe dónde está pero del que a veces se escuchan historias o se encuentran
objetos que prueban su existencia (como los angreales). Sea como fuese la
tradición élfica dice que un gran cataclismo -que probablemente sea la Guerra de
Sangre- dividió a los pueblos élficos que vivían en Antigua desde el principio
de los tiempos y los separó unos de otros en lo que se conoce como la Huida de
Antigua. De esto hace muchos miles de años y ni siquiera los elfos tienen la
certeza de que fuese cierto...
Hay muchos pueblos élficos dispersos por el mundo, reinos, dominios, zonas
boscosas profundas... contrariamente a lo que piensan algunos en las tierras de
los hombres, los elfos no están unidos bajo los mismos intereses... es decir, no
existe una gran hermandad élfica, si bien suelen ser mucho más hospitalarios con
los extraños y viajeros que los hombres y las guerras y disputas de sangre son
mucho más raras; esto quizás sea debido a que los elfos suelen carecer del
ímpetu que tienen los hombres y que muchas veces lleva a la destrucción a estos
últimos. A pesar de lo dicho, la religión es algo que sí que comparten muchos de
los pueblos élficos dispersos por el mundo (eso si, sin que exista el menor tipo
de organización sacerdotal).
El panteón élfico (llamado Seldarine) consiste en el dios Corelion Larethian
sobre todos, así como Aerdrie Faenya, Sashelas, Erevan Ilesere, Fenmarel
Mestarine, Hanali Celanil, Labelas Enoreth, Rillifane Rallathil, Sehanine, y
Solonor Thelandira, entre otros, aunque muchos de estos dioses son poco
conocidos incluso entre los elfos o sólo adorados en ciertos lugares. Los
realmente principales son Corelion, Sylvia/Ehlonna, Hadex, Maarum/Aegir (que es
el nombre que dan los hombres a Sashelas), Osthildar (semi-dios vilonio de la
Guerra), Yolandah (que es el nombre que dan los hombres a Sehanine) y Feliott.
Este Panteón es el llamado Seldarine o, como le llaman los hombres, Panteón
Vilonio.
Corelion es el primero entre ellos. Su consorte es Sehanine o Yolandah, según si
se dice en Élfico o Común. Algunos mitos dicen que Corelion trajo al mundo al
resto de su Panteón bajo su forma femenina, mientras otros dicen que el el
padre, y la madre es Sehanine/Yolandah. Ascendió a Osthildar al estatus de
semidios infundiéndole parte de su propio poder.
Gruumsh un-Ojo, dios de los orcos y padre de Assur, era su mayor enemigo hasta
la llegada de los Reyes Demonio, porque Corelion le robó su otro ojo en una
antigua batalla. Hasta hace pocos siglos todo el panteón orco odiaba a Corelion
con intensidad, aunque la adopción del Culto Elemental por parte de los orcos
negros hizo que estos se desentendiesen de aquella vieja enemistad. Corelion se
opone a todos los dioses goblinoides.
Corelion fue también el que exilió a la diosa drow Lolth (también llamada
Araushnee en otras tierras) al Abismo. Por esto, todos los adoradores de Lolth
son enemigos declarados, aunque son muy escasos en el continente de Draak -sólo
en Drow Fyr, al norte-.
En las leyendas se cuenta que es aliado de la Corte de Faerum (uno de los
lugares que forman el Laberinto), por lo que en muchas historias míticas en las
que sale él se nombra a Titania y Oberon. Se dice también que mucho tiempo atrás
uno de sus mejores amigos era Gleind, pero los largos años de guerras y
enfrentamientos entre sus seguidores -como las batallas de elfos y enanos en
Eria- acabó por distanciarlos (que no en enemistarlos). Cuando se formó el
Imperio Vilonio muchos dioses elfos recibieron nombres humanos, por ejemplo
Sehanine pasó a llamarse Yolandah y Sashelas pasó a llamarse Maarum. Sólo
Osthildar, convertido en Semi-Dios por Corellion, era realmente nuevo en el
círculo del Dios, pero la enorme cantidad de humanos que empezaron a adorarle
hizo cambiar perceptiblemente el dogma coreliano. El culto al dios se centró más
en recuperar el honor y la gloria élfica perdidas tiempo atrás.
Corelion está aliado con Ehlonna, Pelor, Heironeuss y, en cierto modo, con su
medio hermano Hadex, que a pesar de ser el Dios Muerto no es una representación
del mal. No está aliado con Gah porque este Dios no reconoce el poder de otros
dioses, pero los seguidores de Corelion y de Gah se respetan mucho mutuamente.
En el manual "The Complete Divine", Corelion Larethian añade el dominio de "Comunidad"
a sus dominios de Bien, Guerra, Protección y Caos.
El Más Allá
Se dice que Corellon vive en el Reino de Arvandor en el plano celestial de
Arbórea. También es llamado Arvanaith en su papel como cielo élfico después de
la vida mundana. Se dice que Arvandor fue conquistado a los Dioses de los
Gigantes tras una larga guerra, por lo que los elfos imaginan todavía ciudadelas
gigantes en aquellas enormes tierras verdes. Quizás los dioses elfos
invarieron, hace muchas Eras, las tierras celestiales de Ysgard, hambrientos de
tener su propio Reino, que suele representarse como un lugar de profundos
bosques y belleza faérica.
Dicen que Corelion mora en una magnificiente torre de mármol en en centro de su
Reino. En élfico se llama Gwyllachaightaeryll, El Gran Esplendor. El Arte que
decora esta torre mitológica está constantemente cambiando, sólo la sala central
del Trono es constante.
Dogma
Corelion desea proteger y preservar la sangre y raza élfica y hacerle regresar
su antigua gloria, su herencia artística perdida y su belleza venida a menos por
encima de hombres, orcos, enanos y todas las razas que pueblan el Orbe. El honor
y la gloria élfica no tiene igual en el mundo y la superioridad de los
seguidores de Corelion ha de quedar patente en todos sus actos, no en un gesto
aislado. Así pues la primera de las virtudes es la Sangre Élfica. La corrupción
es lo opuesto al dogma de Corelion y lo más odiado por sus seguidores, tanto de
manera moral (como la gente que se deja sobornar, los cobardes, los adoradores
de demonios, los seguidores del caos) como corporal (como los drow que han
pactado con las fuerzas oscuras y eso les ha cambiado). Esta corrupción es
odiada cuando se produce en elfos, en otras razas (como los hombres)
prácticamente se presupone en menor medida, a nos er que sean vilonios (que han
sido tocados por virtud de la Sangre Élfica). Sin embargo los elfos no son
inflexibles a la hora de reconocer la integridad de otras razas o pueblos,
precisamente por eso durante época del Imperio el Reino Élfico de Yvonesse se
alió con Akenar puesto que la religión sillenita tenía una calidad moral muy
respetable para un seguidor de Corelion. La segunda virtud es el Cambio,
Corelion está contra el estancamiento, de manera que periódicamente los Templos
de Corelion se desmontan y se vuelven a motar (cada 20 ó 50 años, más o menos),
y eso invita a los elfos jóvenes a buscar nuevas experiencias en el mundo y
aprender de ellas. La tercera virtud para Corelion es la Belleza, especialmente
a través del Arte, artesanía o magia. La cuarta virtud es el Honor. Los
seguidores de Corelion tienen un sentido de lo bueno y correcto muy marcado (no
hay que confundirlo con el sentido sillenita de lo legal, los elfos pueden
juzgar si algo es bueno o malo dependiendo de su criterio, los sillenitas en
cambio han de obedecer la Ley, sea cual sea), odian las traiciones, le
desagradan las tretas, y prefieren ser francos y sinceros en su trato con los
demás, quizás motivado porque -a diferencia de los hombres- los elfos suelen ser
poco emocionales y no suelen sentirse contrariados por la verdad, sea cual sea.
La última virtud de Corelion es la Humildad. La superioridad de los elfos no ha
de desembocar en el desprecio de los demás sino que tiene que constatarse por sí
sola.
Adoradores
Corelion es adorado por elfos y vilonios, principalmente. Favorece a los que
matan monstruos antinaturales o criaturas inferiores como trasgos, orcos, o
demoníacas o seguidores de Lolth. Bendice a los que ayudan al prójimo. También
está en contra de los que profanan a los muertos o se acobardan ante sus
enemigos o las adversidades.
Clérigos
En los ritos sagrados, los clérigos de Corelion suelen llevar un anillo de plata
y delicadas túnicas azul celeste o negras con una estrella o una luna plateada.
Cuando no van vestidos para un ritual, suelen llevar o una capa o un sobreveste
azul marino con algún ornamento plateado con forma de estrella o de luna. Su
arma predilecta es la espada larga. No existe una casta sacerdotal estructurada
que organice a los clérigos de Corelion, más bien cada templo depende o de una
ciudad o una Bóveda o, en el mayor de los casos -como en el Reino de Myrl- hay
una figura de Sumo Sacerdote cuya autoridad se reconoce allí, pero no más allá.
La Hermandad de la Flor Perdida
La Hermandad es una Orden de caballeros élficos o vilonios dedicada a recuperar
reliquias élficas perdidas, sobre todo de época del Imperio Vilonio. Los
miembros sólo pueden ser elfos o vilonios paladines o guerreros.
Buscadores de la Isla de la Bruma
Los Buscadores de la Isla de la Bruma es una Orden de elfos de élite dedicada a
buscar esta isla mitológica escondida, según la leyenda, por Gruumsh.
Las 113 Profecías
Al principio de los tiempos Corelion Laretian envió en sueños un mensaje a uno
de los primeros sabios elfos, Alenas Ydril. Éste escribió en un muro (que hoy en
día se conserva en el Reino de Myrl) ciento trece profecías relacionadas con los
elfos. Con el tiempo se comprobó que se fueron cumpliendo. Conocer dichas
profecías no es algo sencillo, normalmente se conserva una copia en rollos
sagrados en algunos Templos mayores. Están escritas en elfo antiguo, muy difícil
de entender incluso para un sabio, y raramente se dejan copiar o ver.
Templos
En ciudades grandes como Akenar o Yliya, los templos de Corelion Larethian
pueden ser maravillas de alabastro con torres de aguja estilo élfico (parecido
al gótico medieval), generalmente de planta redonda o cuadrada y siempre con
algún patio con un Bosque de Dioses, que es como se denomina a los bosques
sagrados que contienen árboles traídos de algún lugar faérico o mitago, y que a
veces incluso tienen algún arciano (que son árboles cuya savia funciona como
Agua Bendita). En comunidades pequeñas los templos o santuarios pueden estar
construídos o bien en un pequeño templo circular al lado de árboles o incluso en
el interior de algún arbol seco de gran tamaño. Sólo una parte de los clérigos
de Corelion tienen otorgado poder divino (es decir, hay muchos que son de nivel
0). No importa de qué nivel sea el clérigo, la mayor parte de los templos
ayudarán a cualquier elfo viajero.
Días Sagrados
Desde tiempos del Imperio Vilonio algunos de los Días Sagrados son anuales pero
la mayor parte de ellos están relacionados con eventos celestes que suceden sólo
cada varios años o décadas, por ejemplo la Larga Noche (una semana de oscuridad
que sucede cada siete siglos) es el tiempo más sagrado del hermano de Corelion
Larethian, Hadex.
Una vez al mes, cuando Luna está en su fase de cuarto creciente, los seguidores
de Corelion se juntan o en el Bosque de Dioses o en algún claro a la luz de la
luna para una ceremonia conocida como el Lateu'quor, o la Comunión del Bosque de
la Luna Creciente. Allí, ellos rezan a su Creador cantando y danzando y con
alguna ofrenda de objetos de arte que normalmente son para decorar el Templo una
temporada (entrando en el ciclo del Cambio, los objetos viejos o se regalan o se
venden o se queman con los muertos para que les acompañen en el Más Allá, en
Arvanaith) .
Una vez al año, el cuarto día de Mayo, se celebra el Gedri'el Thal, o Día de la
Caza. Ese día los elfos salen de caza (de enemigos o animales dañinos, lo que
sea posible) para recordar la victoria de Corelion sobre Gruumsh.
El mes de agosto entero se llama Annahai, son unos días especiales para los
elfos porque representan cuando Corelion creó el Orbe y todo lo que les rodea.
Durante esos días los elfos no pueden comer carne ni tomar bebidas con alcohol
ni tener relaciones sexuales de ningún tipo. No hay ritos especiales durante
Annahai aparte de las privaciones mencionadas que representan el respeto de los
elfos hacia el Creador.
Rituales
Los rituales de Corelion no tienen un día sagrado en el que se oficia una misa
especial, como los sillenitas. El Lateu'quor se celebra una vez al mes. En el
templo se ofician oraciones todas las mañanas pero su finalidad principal es la
de acoger a aquellos elfos que quieren acercarse a rezar en solitario, es decir,
los templos corelianos no están preparados para albergar números grandes de
gente (como sí lo están las catedrales sillenitas). Otros rituales que se
ofician en el Templo están integrados con los eventos importantes de la vida
élfica como el nacimiento, los ritos de paso (cuando el joven elfo recibe su
nombre a los 13 años y cuando se deja de considerar un infante, a los 25), bodas
y funerales.
Las oraciones a Corelion siempre son en élfico y empiezan diciendo "Hei-Corelion
shar-shelevu," que significa "Corelion, por la gracia que nos has concedido..."
Antes de la batalla, sus adoradores recitan una oración llamada Letanía de las
Flechas.